Cuando estaba en mis veintes decía que a mis treinta iba a ser millonario y exitoso, pero no me refería al dinero, eso nunca me motivó, sino a que iba a ser alguien con una carrera profesional admirable. Ahora tengo 37 años, no soy millonario y no he encontrado el éxito que aspiraba a mis veintes.
¿Cuál es la meta final para todos nosotros? ¿Un Oscar? ¿Una Palma de Oro? ¿Un estreno taquillero? ¿Una casa en La Costa Amalfi?
Dicen que hay una barrera que pasas a los 30, que cuando cumples 30-31, las ganas de comerte al mundo disminuye, tus sueños se diluyen, uno se conforma y es mas realista con las ambiciones. Se ve en el trabajo y en relaciones personales. Es complicado saber cual es la verdadera meta, porque siempre que uno las logra, siempre hay otras más arriba, más grande, más ambiciosa. Primero quieres más dinero, luego mejores trabajos, luego premios, luego trabajar con gente talentosa, luego hacer proyectos personales, luego más premios, luego aún más dinero. Me pregunto si esto tiene algún fin, me pregunto si al tener un Oscar todo se calma.
¿Cuando llegará un artista a su zona de confort? Un lugar con paz mental, donde admiras y aprecias todo lo que haces en el momento.
Creo que nunca se llega a una zona de confort, apenas dura un instante la satisfacción cuando terminas un proyecto del que estás orgulloso, pasa el momento y ya buscas una aventura nueva. La comodidad es el enemigo #1 de la creatividad, el querer crear algo nuevo es lo que nos impulsa, si tienes una Palma de Oro, quieres un Oscar, si tienes un Documental exitoso ahora quieres una Ficción. El Homo Sapiens ha llegado a donde está por su ambición, por siempre querer más, conformarse va contra nuestros instintos. Sin embargo, ¿hasta cuando tendremos esta sed por lograrlo? Francis Ford Copolla, director de El Padrino, dice haberse retirado justo por esta constante búsqueda de algo que nunca encontrará, el mismo Buddha ya lo sabía hace más de dos mil años cuando dijo “El deseo es la causa del dolor”.
¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿La fama? ¿El prestigio? ¿Un legado?
Hay una gran satisfacción al crear, compartirlo y que la gente lo aprecie y lo disfrute. Poder darle algo a alguien, haberlo entretenido, hacerlo sentir emociones y experiencias nuevas. Entonces, ¿Por qué importa tanto tener una estatuilla de un festival? Creo que gran parte de todo este conflicto interno del artista es el EGO, la opinión de los terceros y cómo nos hace sentir. Tenemos que dominar al ego y llevarlo a donde tiene que estar, utilizarlo ego para impulsarnos a hacer proyectos y no para deprimirnos, frenarnos y quitarlos las ganas de hacer cosas. Todos tenemos circumnstancias y vidas distintas, hay que ser mejor cada día, compararse con quién eras tu mismo ayer, mas que con otra persona, o al menos eso es lo que me digo a mi mismo para sentirme bien.
Todos los años hago metas, las anoto en mi diario y las tengo ahi para revisar mas adelante en el año, los “New Years Resolutions”, y, revisando mis diarios, una meta que constantemente tengo año tras año y no cumplo es esa, es poder hacer un proyecto personal financiado con libertad creativa. Entonces supongo que seguiré intentando “lograrlo”. El problema es que cuando lo tenga voy a querer más, pero espero nunca perder la llama.
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